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Historia de la cerrajería

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Cuando hablamos de la historia de la cerrajería, una de las profesiones más antiguas encontramos la cerrajería, puede que date de hace más de tres mil quinientos años en Babilonia y el Antiguo Egipto.

Como todo cuando empieza muchas cerraduras eran de tamaño pequeño y fueron usadas para el resguardo de mercancías y así protegerla de ladrones, lo que era muy común encontrar durante los largos viajes por antiguas rutas.

Obviamente las cerraduras de aquella época no eran nada sofisticadas en comparación con los modelos que ahora podemos encontrar en las tiendas. En su gran mayoría eran crudas, muy grandes y el material era madera, pero a  pesar de cómo eran cumplían la misma función. Tenían clavijas que sólo era posible mover usando una llave de madera que era grande y pesada (lo podemos comparar con un cepillo de dientes pero de madera y de gran tamaño). Esa gran llave debía ser introducida en la cerradura y empujada hacia arriba.

Cerrajeros expertos en todo tipo de cerraduras

La historia de la cerrajería

Con el pasar del tiempo el uso de las cerraduras se hizo muy necesario y popular, lo que hizo que su uso se expandiera y se podía encontrar en la Antigua Grecia, en Roma así como en China y en otras culturas.

Los hombres que eran adinerados la usaban para mantener sus pertenecías de valor protegidas. Y las llaves la llevaban como si fueran anillos en sus dedos y mantenían la llave a su alcance en todo momento. Esto también era sinónimo de riqueza, con eso podías mostrar lo rico e importante que eras  ya que necesitabas tener objetos importantes y joyas de valor bajo llave.

Años más tarde comenzaron a aparecer las primeras cerraduras elaboradas con material de metal, eran muy sencillas y se cree que las comenzaron a elaborar los artesanos ingleses.

Estas cerraduras se hicieron muy populares y podías encontrarlas en toda Europa y hasta en China. Ya los diseños comenzaban a cambiar podían ser empujadas, giradas o atornilladas.

El arte de la cerrajería se convirtió en una profesión que fue en ascenso, los cerrajeros eran más talentosos trabajando el metal. Y logran su auge artístico durante los siglos XIV y XVII. Eran invitados a que crearan cerraduras con diseños complicados pero que a su vez fueran hermosos para los  miembros de la nobleza.

Durante muchos siglos el diseño de la cerradura y su llave se mantuvieron sin muchos cambios. Con la revolución industrial  en el siglo XVIII, llego la precisión en la ingeniería lo que hizo que los procesos fueran más estándar y aumento notablemente su complejidad y diseño de las cerraduras y sus llaves.

Un hombre llamado Robert Barron en el año 1778, logra perfeccionar la funcionalidad de la cerradura de palanca. Tenía un nuevo bloqueo de tabor que requería que la palanca se levantara a una determinada altura para poder ser desbloqueada, no hacerlo de la manera correcta impedía abrirla, lo que hizo que fuera más seguro.
En el año 1817 en Portsmouth Dockyard, ocurrió un gran robo que conmociono la ciudad, tanto que el gobierno británico buscó crear la competencia para que se produjera una cerradura que proporcionara más protección. Esta competencia la ganó Jeremiah Chubb quien  fue el creador de la cerradura del detector Chubb. Hizo que el sistema de la cerradura fuera mucho más difícil de violentar inclusive el dueño podía darse cuenta si la cerradura había sido manipulada. El modelo de cerradura de Chubb gana, gracias a que un especialista en cerrajería luego de tres meses no pudo abrirla.

Con este logro Jeremiah y su hermano Charles, unos años después, crearon su propia compañía de cerraduras Chubb. Fue el comienzo para que décadas más tarde hicieran magnificas mejoras en los sistemas de bloqueos y llaves estándar.  Para esto utilizaron seis palancas en lugar de cuatro, incluyeron un disco que le permitió a la llave pasar a través de él, lo que hizo complicado para un especialista ver las palancas internas de la cerradura.

Este modelo estaba basado en el uso de niveles internos móviles. Pero como todo evoluciona y mejora en el año 1784 Joseph Bramah se aventuró en crear un método alternativo.

Estas cerraduras tenían que usar una llave redonda con muescas a lo largo de la superficie. Lo que provocaría que se moverían las correderas metálicas que eran las que podían impedir que abriera la cerradura. Sin embargo, cuando estas correderas de metal se movían gracias a las muescas de la llave en una posición específica, era la manera en que la cerradura abriría.

Una vez que se adopta la metalurgia avanzada en la Europa del siglo 18, los cerrajeros finalmente fueron capaces de crear cerraduras mucho más duraderas y sus llaves. Durante ese siglo cerrajeros que ya eran famosos buscaron siempre mejorar los diseños que en muchas partes se mantuvo sin grandes cambios desde la caída del imperio romano.

En 1861 Linus Yale, inventó una llave plana más pequeña con los bordes serrados que moverían los pernos. Tanto su bloqueo y los diseños de llave todavía se usan hoy en día.

Con el pasar de los años fueron llegando modelos con diferentes mecanismos que se hicieron exitosos y la cerrajería dio un giro drástico con la producción en masa.

Ahora es algo tan común de ver que apenas le damos importancia, lo vemos en vehículos, casas, cajas fuertes, en ciudades como Madrid puede haber miles de millones de cerraduras.